Los mitos son una parte de la
historia antigua, han construido y alimentado tanto religiones como
civilizaciones, son el reflejo de los misterios interiores. Se cuentan los
mitos para establecer una realidad, porque sin esta realidad nos sentimos
frustrados y confundidos. Se cuentan para buscar la verdad y el sentido. Son la
sabiduría de la vida. Nos enseña cómo vivir bajo cualquier circunstancia. Su
objetivo es la maduración del individuo.
En cierta forma si no hay mito
perdemos una parte de la espiritualidad de las cosas, ocurre lo que hoy en día
ocurre, violencia, destrucción. Son un tipo de regla no escrita de no hacer
esto y hacer aquello, en cada cultura es distinto.
Hoy en día nosotros fabricamos
nuestros propios mitos, los mitos están en nuestra vida cotidiana, pues todo
responde a un papel mitológico. Son sueños arquetípicos que tratan de grandes
problemas humanos. Estos forman parte de la elaboración
colectiva son adaptados según la percepción de cada uno, son el sentido innato
de las cosas. Los arquetipos prefiguran instintivamente nuestra forma de
pensar, actuar y obrar, pero no se muestran explícitamente, se muestran
mediante imágenes que en este caso sería el mito. Es la energía dinámica que
nos hace actuar como lo hacemos, el instinto y el arquetipo están estrechamente
relacionados. Los mitos es la formulación de un símbolo arquetípico que son
adaptadas según la realidad de un pueblo o cultura, es decir, en el mito el
arquetipo es un símbolo colectivo.
Lo interesante de esto es
que son fenómenos psíquicos que manifiestan la esencia del alma, y más aún, ya
no sólo de un alma, sino el alma de una cultura entera.
El poder del mito de Joseph
Campbell.
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